Las erupciones en la piel por el sol afectan a mucha gente y son de diversa tipología. Conociendo sus síntomas y características y aplicando las medidas de prevención apropiadas es posible reducir su presencia.
¿Qué son las erupciones en la piel por el sol?
Las erupciones en la piel provocadas por el sol consisten en diferentes reacciones de nuestro organismo ante la exposición a los rayos ultravioleta.
Pese a que se conocen comúnmente como «alergias al sol«, no son fenómenos alérgicos, incluso aunque los síntomas sean parecidos a los de una alergia.
Tipos de erupciones que se pueden dar
Hay muchos tipos de erupciones en la piel por el sol. Algunas de las más frecuentes las detallamos a continuación:
Erupción polimorfa solar
Es una erupción que se desarrolla en las zonas de la piel expuestas al sol, como el escote o la cara, debido a los rayos ultravioletas o por fotosensibilidad. Consiste en la aparición de pequeñas ronchas o manchas sobrelevadas en la piel que, en ocasiones, pueden provocar picor.
Es la reacción más común ante la exposición solar, no deja cicatriz y es fácil de tratar si se acude al médico en cuanto se identifica.
Urticaria solar
Reacción que provoca eritema y habones, similares a los de picaduras de insectos. Puede aparecer en cualquier zona de la piel, incluso aunque no haya estado expuesta directamente.
Su aparición es inmediata a la exposición solar. El síntoma más común es prurito (picor) y los antihistamínicos pueden revertirla también con bastante facilidad. Es importante el uso de protector solar para prevenirla.
Fotodermatosis
Lesiones en la piel parecidas a quemaduras que, a veces, pueden derivar en ampollas. Surge por la combinación de ciertos fármacos (antiinflamatorios y antibióticos) y la exposición solar. Es más común en adultos.
Prurigo actínico
Es una fotodermatosis crónica, consiste en pápulas, máculas, placas y nódulos intensamente pruriginosos, polimórficos, eritematosos y excoriados, que aparecen en áreas de la piel expuestas al sol (particularmente en la cara, nariz, labios y oídos). La edad de comienzo habitual es a los 10 años, aunque puede aparecer entre los 2 y 43 años
Hidroa Vacciniforme
Erupción en la piel poco frecuente por la exposición al sol en forma de vesículas que pueden derivar en cicatrices. Es una reacción poco común, que afecta únicamente a niños que tienen una piel excesivamente sensible y muy clara.
Porfirias cutáneas
Erupción en la piel producida por acumulación de porfirias (enzimas de la biosíntesis del hemo) en la piel, que puede ir acompañada de enrojecimiento, ampollas e incluso dolor físico. Se desarrolla por la producción excesiva de porfirinas en sangre debido a una exposición solar.
Algunos consejos para evitar que salgan
No son ni mucho menos las únicas reacciones en la piel que pueden producirse. Algunas de las más conocidas son el enrojecimiento, manchas en la piel por el sol directo durante mucho tiempo e incluso quemaduras.
Para todos estos problemas, la prevención es la mejor aliada. Por eso te ofrecemos algunos consejos para protegerte del sol y evitar sufrir erupciones en la piel o cualquier otro efecto secundario
Usa protector solar
El uso de protector solar es imprescindible. Aprovecha el adecuado según tu fototipo de piel y aplica el producto antes y durante la exposición solar.
En niños menores de 6 meses no se debe usar protector solar y se debe evitar la exposición solar de forma prolongada. Entre los 6 meses y 3 años se deben usar filtros físicos/minerales que reflejan la radiación en la piel sin penetrar en ella y debe repetirse su uso varias veces al día. A partir de los 3 años y en adultos se pueden usar filtros químicos que tengan protección igual o mayor a 30, aunque lo ideal es que sean protección 50 y resistentes al agua, y de igual forma aplicarlos varias veces al día.
Ten en cuenta también que no es un protector absoluto. Debes reducir todo lo posible la exposición al sol y evitar las horas más peligrosas.
Cubre tu piel ante el sol
Salvo en los pocos minutos diarios recomendados para obtener un bronceado saludable, el resto del tiempo deberías proteger tu piel del sol.
Para ello lo más aconsejable es utilizar prendas transpirables y complementos como gorras, gafas de sol, sombreros o incluso sombrillas.
Evita la combinación de sol + fármacos
Tanto para evitar una fotodermatosis como cualquier otra reacción, si estás tomando algún fármaco evita la exposición solar y consulta con tu médico qué otros efectos secundarios puede tener tu medicación.
Supervisa tu piel con especialistas
La supervisión de la piel debe formar parte del cuidado médico personal. Te recomendamos aprovechar tu seguro de salud para solicitar análisis de especialistas en dermatología, que te ayuden a cuidar todo lo posible de ella y a evitar cualquier reacción cutánea que pueda surgir. Además, con el seguro de salud de Divina Seguros dispones del servicio de telemedicina para que puedas contactar con el dermatólogo por chat o videollamada.