Según la Sociedad Española de Neurología, más de 4 millones de adultos españoles sufren insomnio crónico. Así, el insomnio es el trastorno del sueño más frecuente. Las consecuencias que tiene son nefastas para el día a día, ya que quien lo sufre encuentra dificultades para llevar a cabo su rutina del día a día.
¿Qué es el insomnio?
El insomnio es un trastorno del sueño que provoca irregularidades en los hábitos del sueño. La persona afectada puede tener problemas para conciliar el sueño, así como para dormir de forma ininterrumpida o para tener un descanso reparador y de buena calidad.
La duración del insomnio depende de los motivos por los que aparezca. Por lo tanto, puede ser de corto tiempo, en cuyo caso dura de días a semanas, o crónico. Este último es aquel que se manifiesta durante 3 o más noches por semana a lo largo de un periodo superior a tres meses. Es importante aclarar que, para el diagnóstico del insomnio crónico, se debe comprobar que no hay otro problema de salud que sea la causa de los síntomas.
Causas frecuentes del insomnio
El insomnio puede darse por sí mismo o estar relacionado con otras afecciones o causas externas. Una de las causas más frecuentes del insomnio es el estrés, que suele generar insomnio crónico.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, en diferentes funciones de nuestro cuerpo, como la regulación de la temperatura o el sueño, influyen los ritmos circadianos. En ocasiones, estos pueden verse alterados por varias razones, como viajes entre lugares con diferentes zonas horarias, los cambios de turno en el trabajo o los horarios laborables de noche.
Además, también pueden ser una causa de insomnio los malos hábitos del sueño, ciertos medicamentos, algunos trastornos de salud mental y distintas afecciones como el cáncer o la diabetes.
Cómo combatir el insomnio: algunos consejos
Si tienes problemas para conciliar el sueño, lo primero que debes hacer es acudir al médico. Únicamente un especialista puede realizar el diagnóstico y será dicho profesional el que te indique los pasos a seguir.
Más allá de esto, existen diferentes maneras para mejorar la calidad del sueño. La primera recomendación es establecer un horario de sueño que defina la hora a la que te debes dormir y despertar. En el caso de que no puedas dormir a la hora que has definido, levántate de la cama y haz alguna actividad relajante, como leer un libro.
Por supuesto, también es de gran importancia que el entorno sea el óptimo para que puedas conciliar el sueño. De este modo, debes asegurarte de tener un colchón cómodo y de que la habitación tenga la luz y la temperatura ideal. Aunque suene obvio, controla los sonidos y procura que la habitación esté en silencio.
Además, es recomendable que no realices actividades que requieran energía durante la noche. Limítate a leer un libro, meditar o darte un baño de agua caliente. En cambio, durante el día, intenta hacer ejercicio porque te ayudará a dormir mejor.