Para poder responder a la pregunta de si mi seguro cubre si otro conductor conduce mi coche, empezaremos por definir las diferentes personas contempladas en una póliza de seguro:
- Tomador del seguro: persona que contrata el seguro y se responsabiliza del pago de la prima, así como del cumplimento de las obligaciones recogidas en dicho contrato. Puede tratarse de una persona física o de una persona jurídica.
- Beneficiario: persona que, en caso de siniestro, recibirá la indemnización. Si no se pacta nada en contrario, por defecto se aplicará lo establecido legalmente.
- Conductor habitual: persona que utiliza habitualmente el vehículo.
- Conductor ocasional: persona que esporádicamente puede hacer uso del vehículo asegurado.
Descritas las distintas figuras que se pueden contemplar en un seguro de automóvil, lo habitual es que pueda conducir el vehículo de forma ocasional cualquier persona, aunque no esté expresamente declarada en póliza, siempre que no se trate de un riesgo agravado.
Para definir qué es un riesgo agravado, las compañías se basan principalmente en dos variables: la experiencia, para la que tienen en cuenta la antigüedad del permiso de conducción y la edad.
Normalmente las aseguradoras consideran riesgos agravados a aquellos conductores menores de 26 años y/o con menos de 3 años de antigüedad de carné de conducir, aunque el dato puede variar ligeramente de una aseguradora a otra.
Pues bien, como norma general, si quien sufre el siniestro es un conductor ocasional no contemplado en póliza, la compañía de seguros no pondrá problemas siempre que no se trate de un conductor agravado.
En estos últimos casos, las aseguradoras exigen que este perfil de conductor esté incluido en la póliza a cambio de una sobreprima, ya que, si no es así, en caso de siniestro no cubrirán los daños del coche. Nos referimos a los daños propios, ya que los ocasionados a terceros (materiales y personales) siempre los asume el seguro.
En resumen, en caso de accidente:
- Los daños a terceros (personales o materiales) están cubiertos independientemente de quién conduzca en el momento del accidente.
- Los daños propios pueden no estar cubiertos, aunque contemos con un seguro a todo riesgo, si quien conducía era una persona agravada no incluida en la póliza.
- Cuando un hijo acaba de sacarse el carné de conducir y aún no cuenta con demasiada pericia en la conducción es recomendable comunicar a la compañía que el joven se desplazará en el coche asegurado. Aunque muchas familias obvien esta gestión por el incremento de la prima que supone, es la mejor forma de proteger a los hijos y que queden cubiertos por el seguro en cualquier caso.
