¿Conoces el ciclo de la vida del ahorro? Nuestra vida pasa por distintos procesos y en cada uno de ellos tenemos unas necesidades. Franco Modigliani (premio Nobel de Economía en 1985), ideó la hipótesis del ciclo vital en la que sostenía que los consumidores tratan de tener un nivel de ingresos estable a lo largo de su vida. Para ello, ahorran durante los años en que trabajan y lo gastan durante sus años inactivos.
Dependiendo de la situación del ciclo vital en que te encuentres tus necesidades en cuanto a ahorro e inversión serán distintas.
¿Cómo planificar mi futuro?
Lo mejor en la situación actual con la crisis del sistema de pensiones y con la pirámide demográfica existente en nuestro país es que planifiques como si solo tú tuvieras que labrarte tus recursos desde el día en que comienza tu época activa laboralmente hasta el día en que acabe tu vida.
Ello implica que has de conseguir recursos para vivir, tener un hogar ya sea en propiedad o alquilado, tener hijos y mantenerlos, pensar en sus estudios en el futuro y pensar en tu jubilación.
¿Cómo invertir?
El ahorro en el banco ha llegado a su fin. Las familias no pueden mantener sus ahorros en cuentas corrientes donde cada día las comisiones hacen que el saldo vaya mermando. Hay que invertir para ahorrar y hacerlo siendo conocedores de nuestra aversión al riesgo y de las necesidades de liquidez que vamos a tener a corto plazo.
Piensa en el plazo, considera que el dinero que inviertes no va a volver en un periodo de tiempo determinado en función de la inversión y si vuelve lo hará con una penalización tal vez importante, por lo que es mejor no equivocarse.
¿Tienes claras tus preferencias en cuanto al riesgo?
Toda inversión tiene un riesgo y riesgo es igual a rentabilidad, por tanto, a mayor riesgo mayor rentabilidad y viceversa. Nadie da duros a cuatro pesetas. Si inversiones como las acciones preferentes que todos recordamos daban una rentabilidad del 8 % cuando los tipos de mercado eran del 5 % era porque el inversor/ahorrador asumía un riesgo mucho más elevado que en otras inversiones estándar.
¿Sabes lo que es la volatilidad?
Los cambios en el valor de mercado o liquidativo que sufre una inversión. La volatilidad no tiene por qué ser mala si conoces tus necesidades y no te importa ver que tu valor si liquidaras hoy ha bajado, puedes esperar a que éste suba para entonces liquidar tu inversión. Si tienes aversión al riesgo, te pones nervioso en estos casos o simplemente no sabes si vas a necesitar tu dinero en un momento indeterminado, mejor invierte en aquellas inversiones con una menor volatilidad, serán aquellas que ofrezcan también menor rentabilidad.
¿En qué puedo invertir?
- Renta fija: Puede ser la mejor opción en momentos de tipos de interés más altos, ahora mismo empieza a ser una buena opción donde meter tus ahorros. Puedes invertir en renta fija pública o privada. Te garantizan un tipo de interés periódico y la devolución del capital en la mayor parte de los casos, siempre que no acontezca algún evento extraordinario.
- Renta variable: Puedes invertir en acciones de compañías o en fondos de inversión. Los fondos de inversión son los productos estrella de los últimos años al permitir una diversificación mayor de las empresas en las que se invierte.
Y dentro de estas opciones hay multitud de productos, algunos cuya principal característica es la fiscalidad que les otorga la normativa y que están pensados en fomentar el ahorro para la jubilación.
¿Puedo ahorrar/invertir a través de mi compañía de seguros?
Claro que sí, las compañías de seguros cuentan con sus productos de ahorro que además tienen un componente de garantía en caso de fallecimiento. Los productos más demandados últimamente son los que se conocen como Unit Linked, aquellos en los que el asegurado/inversor decide el perfil de riesgo que quiere asumir y asume las subidas o bajadas del valor de mercado de su inversión como propia.
Y no podemos olvidarnos de los planes de ahorro, planes de pensiones o productos con la misma finalidad, pero con un enfoque en fiscalidad mayor como los Pías, PPAs o SIALPs.
Rentabilidad, volatilidad, aversión al riesgo, perfil del inversor, tipo de interés y producto garantizado son algunas de las palabras que se usan en el día de día de un inversor.