Los dolores de espalda los sufre mucha gente a lo largo de su vida, ya que pueden aparecer por múltiples causas.
Se achaca a un problema relacionado con el envejecimiento y, obviamente, el paso del tiempo puede agravar o acelerar su aparición, pero no es algo inevitable.
Si conoces los motivos puedes aprender cómo prevenir dolores de espalda. De igual forma, si aprovechas revisiones periódicas con profesionales, puedes anticipar cualquier enfermedad o deterioro muscular u óseo, para no sufrir estas dolencias.
¿Qué suele provocar los dolores de espalda en el día a día?
Si eliminamos factores más difíciles de prevenir, como una enfermedad o una infección, nos encontramos igualmente con muchos posibles motivos que desarrollen un dolor de espalda.
Los que se presentan con mayor frecuencia son los siguientes:
- Sedentarismo, tanto si en el trabajo como si es en el hogar y, por descontado, con mayor razón si es en los dos ámbitos.
- Obesidad y exceso de peso en general.
- Un trabajo físico rutinario y exigente, sobre todo si además realizamos movimientos incorrectos o poco apropiados.
- Cambios corporales motivados por el embarazo.
- Fumar, ya que acelera el deterioro de músculos y huesos, con especial incidencia en la espalda.
- Una mala condición física, desarrollada por malos hábitos y/o una alimentación inadecuada.
Consejos para prevenir los dolores de espalda
En la práctica, evitar el dolor de espalda no es difícil. Solamente hace falta adoptar ciertas pautas en la rutina diaria, con las que eliminar los factores de riesgo en la medida de lo posible.
Te ofrecemos algunos consejos con los que prevenir los dolores de espalda, que todo el mundo puede aprovechar.
Haz ejercicios para prevenir dolor de espalda
Incluye en tu actividad diaria una serie de ejercicios que fortalezcan tu espalda. En especial es importante aumentar su resistencia y prevenir el dolor lumbar.
Si no sabes qué ejercicios realizar, consulta con un traumatólogo y/o un fisioterapeuta para que puedan elaborar rutinas adaptadas a tus necesidades.
Adopta posturas para evitar dolor de espalda
Este consejo está especialmente indicado para cuando el factor de riesgo es el trabajo. Si es sedentario, procura hacer ejercicio regular como levantarte, caminar y ciertos estiramientos.
En el caso de un trabajo físico, intenta hacer bien cualquier movimiento que tengas que realizar y lleva siempre todos los elementos de seguridad que sean necesarios.
Consigue un descanso óptimo
El descanso diario es también imprescindible para mantener nuestros músculos y huesos en perfecto estado, por lo que debes descansar lo suficiente y, sobre todo, aprovecharlo bien.
Esto significa que te plantees si es necesario el cambio de colchón y/o almohada. Escoge productos de calidad, que ofrezcan máximo confort al cuello, espalda y resto del cuerpo. Notarás la diferencia en pocos días.
Adopta hábitos saludables
Elabora una lista con aquellos hábitos que puedes reducir hasta cero (mejor si lo haces progresivamente), para ir adoptando una rutina diaria que sea más saludable. Esto aplícalo tanto en la alimentación como en tus acciones generales.
Conforme desarrolles un estilo de vida más sano, notarás que todo tu cuerpo se va beneficiando de ello, incluyendo también la espalda.
Lleva un calzado cómodo y adecuado
Caminar con la espalda erguida, con unos zapatos cómodos que no causen dolor o cansancio, es algo imprescindible para que a largo plazo no sufras ninguna dolencia.
Escoge un calzado adaptado a tu entorno, a tu trabajo o a cualquier actividad física que hagas. Comenzando con el cuidado de tus pies, podrás proteger también el resto de tu cuerpo.