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¿Cómo gestionar la repatriación de un fallecido a su país de origen?

Cuando se debate entre la conveniencia o no de tener un seguro de decesos hay que tener en consideración que las circunstancias son caprichosas y que la previsión alcanza hasta las más extrañas y variopintas circunstancias. El mundo moderno, la globalización, nos permite hoy en día convertirnos en incansables viajeros y “ciudadanos del mundo”.

En este sentido, el seguro de decesos, tan peculiar y particular de nuestro país y su forma de afrontar la muerte, asume un papel protagonista, ya que no sólo se trata de gestionar con una funeraria la prestación del servicio, sino que hay que trasladar los restos desde el lugar del fallecimiento hasta el del servicio fúnebre.

En este caso es donde entra la garantía de repatriación, que cubre el transporte del cuerpo, desde el lugar donde se produzca el fallecimiento a la localidad de residencia en España del asegurado, con todas las garantías, gestión y cumplimiento de cualquier tipo de permiso y requisitos necesarios.

¿En qué consiste un servicio de repatriación?

Un servicio normal de repatriación implica la utilización de una caja especial, forrada de zinc, con filtros especiales para evitar la posible acumulación de gases, embalsamamiento del cadáver y, por supuesto, traslado del mismo.

Dicho traslado conlleva a su vez la gestión del vuelo, ya que los traslados internacionales se gestionan por esta vía, con el oportuno acompañamiento de la caja y recogida en el aeropuerto de destino, con los distintos traslados. Todo ello con los permisos necesarios.

Gestión de repatriación de Divina Seguros

Por esta dificultad, Divina Seguros centraliza en un único cauce, mediante la oportuna llamada telefónica, toda la gestión, encargándose desde el minuto uno de, por medio de sus prestadores de servicios, agilizar tanto la gestión administrativa como material del servicio que permita, en el menor plazo de tiempo posible, trasladar el cuerpo del fallecido a su lugar de destino, donde se realizará el servicio funerario normalizado.

Este procedimiento ha sufrido alteraciones en su protocolo conforme a las distintas formas de gestión de la pandemia por COVID-19, que ha ocasionado que se estandarizara la necesidad de incineración en el lugar de origen, sin posibilidad de traslado, como medio para evitar la propagación del virus. El posterior traslado de las cenizas en una urna al efecto ya ha tenido otro tipo de tratamiento, incluso en ocasiones han sido tratadas como “equipaje de mano”, hecho que no deja de ser chocante, y que de ningún modo podemos aconsejar.

La gestión de una repatriación siempre implica la conveniencia de intervención de profesionales al efecto, tanto del país de origen como de destino (empresas funerarias), y por supuesto nada mejor que las entidades internacionales de gestión de los mismos (como es el caso del prestador de servicios que trabaja para Divina Seguros), con una enorme capacidad de coordinación de todo el proceso, que debe ir perfectamente engrasado.

Diferencias entre repatriación y expatriación

No debemos confundir la repatriación con el otro concepto del seguro de decesos, que es similar pero con diferencias significativas: la expatriación. Este segundo concepto, garantía opcional y no principal del seguro, consiste en el traslado desde España, en el momento del fallecimiento, al país de destino elegido por la familia del difunto.

Los conceptos de repatriación y expatriación tienen bastantes diferencias de fondo, más allá de la evidente similitud gráfica. La expatriación se contrata cuando un residente en España desea, en el momento de su fallecimiento, que su cuerpo sea trasladado a su país de origen. Es más susceptible de ser contratado por extranjeros que por nacionales.

En la expatriación se desconoce el lugar de destino del fallecido hasta el momento de su fallecimiento y disposición por parte de los familiares, y en la repatriación la circunstancia que se produce es fallecimiento en un lugar alejado del domicilio del mismo.

En la garantía de expatriación únicamente comprende el traslado del féretro hasta el aeropuerto internacional más cercano al lugar decidido por la familia del finado.

Por supuesto la preparación para el traslado está completamente recogida en la cobertura, pero no así el funeral y prestación del sepelio en el país de destino.

El seguro de decesos trata una circunstancia que no es fácil asumir en general, pero lo cierto es que debemos conocerla y planteárnosla. Divina Seguros dispone de su producto Asistencia Familiar – Decesos que proporciona toda la cobertura, calidad de servicio y asistencia personalizada para que, llegado el momento, tu familia no tenga que preocuparse de nada.